La fauna debe ser una parte esencial de los protocolos de seguimiento del éxito de la restauración, ya que sin ella no tendremos restauración de ecosistemas.
Publicado originalmente en oeco.org.br
Una lectura rápida de cualquier libro de texto sobre Ecología revela una variada red de relaciones entre diferentes especies, ya sean positivas, negativas o neutrales. Entre las relaciones positivas, beneficiosas para ambas partes, se encuentran los síndromes de dispersión de semillas y polinización, llevados a cabo por la fauna en los bosques tropicales.
Sabemos que más del 80% de los árboles tienen sus semillas dispersadas por la fauna, especialmente por los vertebrados, lo que influye en la distribución espacial de las especies y aumenta el éxito de supervivencia de las plántulas¹. Estas relaciones funcionan como una inversión en el futuro del bosque, ya que al dispersar semillas, los vertebrados reducen el riesgo de depredación y ataque de patógenos, que son procesos dependientes de la densidad.
La polinización de las flores es otro papel esencial en este vínculo inquebrantable entre flora y fauna. Este proceso biológico, vital para la reproducción de varias plantas, lo lleva a cabo la entomofauna. La disminución de los polinizadores, según lo informado por la Plataforma Brasileña de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (BPBES), presenta amenazas tangibles para la agricultura. Por tanto, la presencia de polinizadores es fundamental para el buen y continuo funcionamiento de la agricultura y los bosques tropicales.
Los aportes de la fauna, especialmente de los vertebrados, no se limitan a los procesos de dispersión de semillas y polinización. Por ejemplo, los vertebrados tienen roles relevantes en la difusión y mineralización de nutrientes, modulando la dinámica de los ecosistemas terrestres. La fauna del suelo, a su vez, juega un papel esencial en la descomposición de nutrientes, la formación de agregados, el potencial de infiltración de agua en el suelo y la estabilización de la materia orgánica del suelo. Por tanto, la fauna tiene un papel importante tanto en los ciclos biogeoquímicos como en la estructura del propio suelo.
Considerando el papel de los bosques en el ciclo del carbono y, en consecuencia, en el secuestro y almacenamiento de este elemento químico, es fundamental resaltar que los lugares con fauna y flora preservadas tienen una mayor capacidad para almacenar carbono, enfatizando, una vez más, la necesidad incluir la fauna en los esfuerzos de restauración.
Por tanto, para responder a la pregunta del título debemos centrarnos en la importancia de la fauna para el funcionamiento de los ecosistemas. A medio y largo plazo no tendremos bosque si no hay fauna presente. Por tanto, los proyectos de restauración que prescinden de la fauna quedan incompletos. La fauna debe ser parte esencial de los protocolos de seguimiento del éxito de la restauración, ya que sin ella no tendremos restauración de ecosistemas (concepto de la ONU para el tema), lo que puede implicar que toda inversión en la recuperación de la cubierta forestal tendrá que hacerse de nuevo.
Una respuesta práctica a estas reflexiones emerge en los esfuerzos de monitoreo de la fauna en proyectos de restauración, como lo ejemplifica el proyecto desarrollado por el Instituto Internacional de Sostenibilidad y Caminho da Mata Atlântica en el ámbito del Proyecto Biodiversidad y Cambio Climático en la Mata Atlántica con el apoyo financiero de KfW Entwicklungsbank (Banco Alemán de Desarrollo), a través del Fondo Brasileño de Biodiversidad – FUNBIO. A continuación se muestran algunas fotografías obtenidas a través de este proyecto.
Concomitantemente pueden y deben desarrollarse el monitoreo ambiental de la fauna y la flora y la restauración de la vegetación, así como las acciones socioambientales. La buena noticia es que este enfoque ya es una realidad en nuestro país, marcando un camino prometedor hacia la restauración de los ecosistemas y, en consecuencia, la conservación de la biodiversidad y la sostenibilidad.
Referencia
¹Van der Pijl 1972. Principios de dispersión en plantas superiores. 2 ed. Springer-Verlag, Wurzburg y Howe & Smallwood 1982. Ecología de la dispersión de semillas. Año. Rev. Ecológico. Evolución. Sistema. 13, 201–228
Comments